Adriana Patricia Castaño es una de nuestros ganadores del concurso JusticeMakers 2011 organizado por International Bridges to Justice. Lleva años trabajando como abogada, particularmente en el campo de los derechos de los jóvenes en la ciudad de Medellín (Colombia). Es activista de la Red Juvenil de Medellín desde 1996 y anteriormente participó en grupos de juventud en el noroeste de Medellín, en actividades de comunidad, y en organizaciones de participación ciudadana que trabajan para el cambio social.

Patricia ha estado organizando actividades para abogados de defensa penal con el objetivo de mejorar sus habilidades legales, pero también entre los estudiantes y grupos jóvenes según la parte de la sociedad que representen (tribus urbanas). Con el proyecto, vio que las personas no tienen un conocimiento claro sobre la legislación actual, lo que propicia  que los agentes puedan abusar de su autoridad sin recibir ninguna resistencia por parte de la población en general. Aunque este tipo de detenciones se presentan en todos los barrios de la ciudad, se observan sectores críticos donde las detenciones son continuas y dirigidas a un tipo de público en especial, como por ejemplo jóvenes salidos del estereotipo de la sociedad cotidiana.

Medellín es una de las ciudades del país con más decretos que limitan la movilización, dirigidos a disminuir la protesta social o la circulación de jóvenes a determinadas horas. La policía, en su tarea por “limpiar la ciudad”, ya ha logrado desplazar a los jóvenes de ciertos sectores, son perseguidos de manera permanente. El derecho a la libertad personal frente a detenciones arbitrarias es un problema en Colombia. Es una violación de derechos humanos cotidiano que parece no ser atendido porque los sujetos víctimas representan el sector “marginal” de sociedad capitalista.

En la ciudad de Medellín, donde nuestra JusticeMaker Patricia ha implementado su proyecto, el motivo para realizar una detención administrativa es la sospecha. Y normalmente, los “sospechosos” o “raros” son los jóvenes que por su apariencia física no corresponden al “patrón normal” establecido (piercings, tatuajes, tribus urbanas…); los que pertenecen a sectores socioeconómicos bajos de la población; los que se dedican a actividades artísticas en la calle (cantantes, vendedores ambulantes…); etc. Son movimientos de detención administrativa abiertamente inconstitucionales y violan derechos fundamentales como la libertad de expresión, la igualdad, la libertad de conciencia, la libre circulación.

La creación de un grupo de trabajo amplio conformado por abogadas/as unido a la buena aceptación de las personas de la ciudad hace que el proyecto tenga muy buenas expectativas en su continuidad y duración en el tiempo por ser la libertad la que siempre está en riesgo en sistemas de corte autoritarios. Han publicado también un blog en internet que contiene las detenciones arbitrarias más recientes en Colombia.

Uno de los objetivos de Patricia es incrementar las denuncias de detenciones arbitrarias y que la gente aprenda cuáles son los límites de la Policía, que conozcan sus derechos para defender su libertad, y que sepan que existen estrategias legales que han de ser aplicadas cuando las detenciones son ilegales. Después de su Proyecto, cuyo fin principal es detener el abuso y las restricciones al derecho de libertad personal de las víctimas jóvenes en Medellín, su idea es seguir trabajando con abogados para proveer servicios a estas personas víctimas de la  detención arbitraria, desde el primer momento del arresto hasta el final del proceso.

International Bridges to Justice agradece su trabajo en hacer respetar el derecho a la libertad de expresión, en contra de las detenciones arbitrarias llevadas a cabo en el ejercicio del mismo. Gracias a activistas como ella, nos acercamos al fin de la injusticia en el mundo.

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